El mundo actual se encuentra en constante evolucion; esto significa que los cambios ocurrren constantemente sin esperar a que nos acostumbremos a ellos. Desde la maquina de vapor al automòvil, de la càmara fotografica al cine, del telègrafo al correo electrònico, el hombre se enfrenta permanentemente a herramientas nuevas que debe comprender y apropiar.
El ojo biónico
El invento se implanta parcialmente en el globo ocular y está diseñado para pacientes que sufren una pérdida de visión degenerativa o hereditaria. No devuelve la vista de forma perfecta, pero se espera que las personas ciegas sean ahora capaces de distinguir puntos de luz que el cerebro podrá reconstruir en imágenes. ¿De qué manera? El ojo biónico dispone de una minicámara colocada sobre una lente. El dispositivo transmite una señal dentro de la retina, que estimula las neuronas vivas dentro de ésta y que a su vez mandan las imágenes al cerebro.
Los responsables del ojo biónico creen que estaríamos ante el mayor hito desde el desarrollo del alfabeto Braille después de haber invertido cuarenta millones de euros y opinan que este proyecto bandera permitirá a Australia, país de origen del invento, mantenerse a la vanguardia en la línea de investigación y comercialización en este campo. Sus creadores esperan además que el ojo biónico sea capaz de devolver la vista a miles de ciegos.
Skinput, tu propia piel como pantalla táctil
Un equipo de la Universidad Carnegie Mellon junto a Microsoft son los autores de una nueva técnica que podrá convertir la piel humana en una pantalla táctil desde la cual poder manejar cualquier tipo de aparato electrónico.
Llamado ‘Skinput’, el sistema utiliza sensores acústicos capaces de detectar sonidos de baja frecuencia y, por medio de un brazalete con un pequeño proyector, refleja sobre la piel una especie de teclado.
Gracias a esta técnica podremos manejar equipos de sonido, teléfonos móviles o agendas electrónicas tocando el menú proyectado en el antebrazo u otra parte del cuerpo.
Declaran sus desarrolladores que “la piel humana es el más novedoso dispositivo para ingresar datos. (…) Lo extraordinario del cuerpo humano es lo familiarizados que estamos con él. Esto nos da una posibilidad de tener una exactitud que nunca conseguiríamos utilizando un ratón”.
Todavía no hay una fecha prevista para su lanzamiento, aunque se afirma que en un futuro cercano, tu mano podrá ser tu iPhone.
Se dan más pasos en el factible camino de llegar a leer la mente humana
Publicado en la revista Current Biology, un grupo de científicos de la Universidad de Londres ha conseguido “leer” los pensamientos de un conjunto de personas sanas, utilizando para ello un escáner cerebral.
Durante la investigación, diez participantes asistieron a la proyección de tres cortometrajes, que mostraban hechos de la vida cotidiana, como una persona echando una carta en el buzón o tirando la basura. Más tarde, los investigadores fueron capaces de predecir en cuál de los cortometrajes estaba pensando cada sujeto, utilizando para ello un algoritmo computacional y basándose en las lecturas del escáner.
El estudio parece aportar nueva información acerca de la forma en la que el cerebro humano registra los recuerdos. Esto supondría un paso importante en el desarrollo de un dispositivo que permitiría averiguar lo que piensa una persona a partir de la observación de su actividad cerebral. La investigación también podría ayudar -a largo plazo- al desarrollo de tratamientos para combatir la pérdida de memoria, tal y como afirman sus autores.
Estudios anteriores ya desvelaron que era posible predecir procesos de pensamiento simples -distinguir entre colores, objetos o lugares-, mediante el uso de escáneres cerebrales. En este caso, sin embargo, se trata de detectar recuerdos de algo ya pasado, un proceso más complejo, según los investigadores.
En esta nueva investigación se ha analizado, pues, la llamada ‘memoria episódica’, un proceso mucho más complejo al tratarse de experiencias personales que incluyen información de dónde estábamos, lo que estábamos haciendo y cómo nos sentíamos al respecto.
La descodificación de información más precisa fue obtenida con la actividad del hipocampo. Esto nos dice que esta región del cerebro contribuye de forma muy especial a la ‘memoria episódica’.
El principal objetivo de este estudio es el de ayudar a las personas que padecen problemas de pérdida de memoria, y en ningún caso, el de leer el pensamiento de la gente sin su consentimiento, pero el potencial, por ejemplo militar que esto supondría, a nadie se le escapa.
La comunicación silenciosa
Lo que se busca con esta nueva tecnología -de momento sólo se trata de un prototipo- es interpretar los movimientos labiales para generar, de este modo, una síntesis de voz en otro teléfono.
La idea, a la que han bautizado como ‘la comunicación silenciosa’, se le ocurrió a la profesora Tanja Schultz durante un viaje en tren. “Estaba tomando el tren y la persona sentada a mi lado estaba constantemente en el chat y pensé que tenía que cambiar eso”.
El dispositivo se basa en la electromiagrafía, una técnica que detecta las señales eléctricas de los músculos, y que, actualmente, se emplea para el diagnóstico de algunas enfermedades. Unos electrodos, que se pegan a la cara del usuario, permiten detectar las señales eléctricas producidas por los músculos implicados en el habla. Estos impulsos pasan posteriormente a un dispositivo que los registra y amplifica antes de transmitir la señal, a través de Bluetooth, a un ordenador portátil. Una vez en el ordenador, el software los convierte en texto, y éste puede ser leído por un sintetizador de voz.
De momento, como explica la propia Schultz, el sistema no se ha integrado en un teléfono móvil, pero éste sería el objetivo a conseguir en un futuro; lo que podría tener, como destaca la profesora, aplicaciones sociales que ayudarían a comunicarse a personas que hayan perdido la voz. También podría llegar a emplearse como un sistema de traducción instantánea: se podría hablar en la lengua materna y el texto podría ser traducido a otro idioma.
Imprimiendo el futuro
A principios del presente mes, la compañía japonesa Sanwa Newtec presentaba una nueva impresora ecológica que podría suponer el fin de los tóners de tinta y del uso de papel. Se trata de la PrePear RP-3100 (en la foto: izquierda), que utiliza calor en lugar de tinta y donde un cabezal térmico permite “imprimir” en blanco y negro sobre un papel plastificado; pero es que encima el mencionado “papel” puede ser reutilizado hasta un millar de veces. De esta manera, no sólo se ahorra en el coste de fabricación del papel, sino que además se evita la emisión de cerca de 6 kilogramos de CO2. Desgraciadamente, el coste del aparato es todavía demasiado elevado, en concreto 5.600 dólares (por encima de los 4.000 euros). El papel plastificado tampoco resulta nada barato: cada hoja -de tamaño A4- cuesta 3,35 dólares (unos 2,5 euros).
Por otro lado, la institución pública Medialab-Prado, dependiente de la Comunidad de Madrid (España), ha dado a conocer también este mes la Makerbot Cupcake (a la dcha en la imagen superior), una impresora en 3D asequible para el mercado de consumo doméstico. Esta impresora permite pasar de bits a átomos los diseños en tres dimensiones. Funciona por medio de una bobina de hilo de plástico y permite el uso de una infinidad de colores aunque nuestra pieza siempre será monocromática.
Las impresoras 3D surgieron de los laboratorios del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), después comenzó su explotación comercial que respondía a las exigencias de usuarios acostumbrados a trabajar con programas de 3D más especializados. Pero una importante novedad que supone la Makerbot es su bajo precio a diferencia de otras impresoras con la misma finalidad.
Bicicleta 2.0
The Copenhagen Wheel es capaz de almacenar la energía cada vez que el ciclista usa los frenos y luego utilizar esa energía proporcionando impulso al ir cuesta arriba o añadiendo una “explosión de velocidad” en las situaciones de tráfico intenso. Esta rueda no sólo incrementa la potencia utilizando tecnología inspirada en la Fórmula 1, sino que también puede hacer un seguimiento de la velocidad, cadencia de pedaleo, niebla o humo y tráfico.
La rueda utiliza una tecnología similar al KERS (Kinetic Energy Recovery System), que ha cambiado radicalmente el mundo de la Fórmula 1 en los últimos dos años. Cuando frena, su energía cinética es recuperada por un motor eléctrico y se almacena en baterías dentro de la rueda, de modo que se puede utilizar de nuevo cuando se lo necesite. En cierto sentido, la bicicleta funciona como lo hace una persona al andar. Al pedalear hacia delante el motor hace por sí solo el mismo movimiento que su par, mientras que cuando mandamos el pedal hacia atrás para frenar, el motor arranca la regeneración de energía eléctrica, mientras se reduce la velocidad.
A partir de ahora, la experiencia de conducción será más suave, hasta el punto que, por ejemplo, una cuesta empinada en las colinas ya no será jamás un obstáculo. Y mediante el uso de una serie de sensores y una conexión Bluetooth para el iPhone, que puede ser montado en el manillar, la rueda puede controlar la velocidad de la bicicleta, la dirección y la distancia recorrida, así como también, recopilar datos sobre la contaminación del aire e incluso la proximidad de amigos cercanos que utilicen el mismo sistema.
A partir de ahora, la experiencia de conducción será más suave, hasta el punto que, por ejemplo, una cuesta empinada en las colinas ya no será jamás un obstáculo. Y mediante el uso de una serie de sensores y una conexión Bluetooth para el iPhone, que puede ser montado en el manillar, la rueda puede controlar la velocidad de la bicicleta, la dirección y la distancia recorrida, así como también, recopilar datos sobre la contaminación del aire e incluso la proximidad de amigos cercanos que utilicen el mismo sistema.
Brazo artificial guiado directamente por el cerebro
Christian Kandlbauer, un mecánico que a consecuencia de un accidente con corriente eléctrica de alta tensión perdió ambos brazos, podrá volver de esta manera a ejercer su profesión, ya que las prótesis le permiten mover los brazos y las manos sin movimientos bruscos.
El joven, al que le fue amputado un brazo desde el hombro y otro desde encima del codo, es el primer europeo en beneficiarse de este invento, y la tercera persona en todo el mundo.
“De ahora en adelante volveré a hacerlo todo sin ayuda ajena. Nadie puede imaginarse cómo es necesitar siempre alguien para ir al baño, para comer y para lavarse”, comentaba el muchacho a la par que añadía que esta novedad les aporta una nueva calidad de vida a las personas como él.
Hasta la fecha las prótesis tan sólo permitían tres posibilidades de movimiento: abrir y cerrar la mano, levantar y bajar el codo así como girar la mano, y había que realizarlos uno tras otro, y no simultáneamente. Sin embargo, el nuevo brazo del muchacho tiene siete articulaciones y puede mover varias al mismo tiempo, sólo con pensar en ello, para poder ejercer una maniobra gracias a la intuición, explicaba el cirujano que ha llevado a cabo las intervenciones preliminares necesarias.
En los hombros, el joven tenía todavía restos de los nervios que llevaban a los brazos y transmitían los impulsos del cerebro, restos que los médicos han trasladado a los músculos del pecho que reciben ahora las señales para ser registrados por unos electrodos y desencadenar los movimientos correspondientes.
Tele Scouter
Las nuevas lentes están compuestas por un micrófono y una cámara encargados de capturar las frases que pronuncia el orador al que el usuario dirige la mirada. Luego, el sistema enviará los sonidos a un ordenador minúsculo situado en la muñeca del oyente y que trasnsmitirá a su vez la información a un servidor remoto.
Será este último servidor el que realice la traducción del texto al idioma que se desea y el que la devolverá a las lentes como mensajes escritos. Estos subtítulos podrán leerse en un pequeño visor o dispositivo dispuesto delante de uno de los cristales del Tele Scouter.
Aunque a priori el proceso puede parecer laborioso, sus responsables aseguran que apenas tarda unos segundos en realizarse. Además, las gafas han sido diseñadas para que sean muy ligeras y puedan ser utilizadas por su dueño durante horas sin producir ningún tipo de molestia.
De momento, el Tele Scouter, que ha sido presentado en una feria de Tokio (Japón), está todavía en fase de pruebas, pero NEC espera poder comercializarlo el próximo año.
De todas maneras el artilugio queda un poco alejada de las posibilidades de un bolsillo corriente, y no parece que se avecine un terrible rival para intérpretes, traductores y empresas de subtitulación cinematográfica, ya que el precio de un sistema capaz de dar servicio a treinta usuarios a la vez asciende aproximadamente a 1,2 millones de euros. Pero así empieza casi todo…
Cinemizer
Se trata de Cinemizer, una gafas de aspecto turista que, conectadas a los pequeños dispositivos de Apple, permiten ver películas a tamaño grande e incluso en 3D, si las mismas (o vídeo-juegos) están en este formato, y apretando tan solo un botón.
El usuario que se pone las gafas ve las imágenes como en una pantalla de 115 centímetros (45 pulgadas) y a una distancia de dos metros, con un resolución de 640 por 480 píxeles en pantalla Led. Además, cuenta con una batería de cuatro horas, lo que permite ver una película de larga duración.
Las gafas pueden ajustarse a la visión de los usuarios con una variación de hasta 3,5 dioptrías.
Aunque el dispositivo está especialmente indicado para diseños de Apple, también puede utilizarse con otros teléfonos móviles multimedia.
Cuchillo de plasma para cerrar heridas
Hasta la fecha, la tecnología más avanzada que existía en este campo era la radiocirugía, que emplea radiofrecuencia para calentar el tejido dañado. El cuchillo de plasma pretende recuperar técnicas más antiguas llevadas a las nuevas tecnologías, en este caso, cerrar la herida quemando tejido.
El cuchillo funciona mediante un gas caliente ionizado que, literalmente, quema la carne para crear una capa de tejido muerto que evita que la herida siga sangrando. La gran diferencia entre el plasma y utilizar un hierro al rojo vivo es que el daño colateral es mínimo además de ser completamente estéril incluso en condiciones de combate extremas.
Ya se han desclasificado documentos donde se muestra el presupuesto destinado por el Gobierno estadounidense para este proyecto y dentro de poco podrán verse estos cuchillos de plasma en el maletín de muchos cirujanos de campo.
Navegar por internet en el coche sin pulsar un solo botón
Como fiel secretaria, Synphony -que así se llama- presta atención a nuestras más mínimas necesidades, y basta con hablarle normalmente para que ponga a nuestra disposición un abanico ilimitado de servicios y posibilidades.
El secreto del dispositivo consiste en un potente y avanzado sistema informatizado que, en cuestión de segundos, puede localizar cualquier página, desmenuzar y analizar su contenido, desprenderse de lo inservible –como las fotos–, y “traducir” a sonido –es decir, “leer”– los textos que considere relevantes para su pesquisa. Un sistema que incluye hardware (20%) y software (80%) con el objetivo de ofrecer al conductor que pasa mucho tiempo dentro de su automóvil un acceso fácil y cómodo a internet.
Además de acabar con los diminutos botones, Synphony desplazará de la cabina de nuestro auto aparatos tan comunes en nuestros días como la radio, el teléfono móvil y el GPS, y hará innecesario despegar las manos del volante.
Aunque para el conductor es sólo una pequeña caja del tamaño de un router, Synphony es en realidad un complejo sistema que interpreta millones de fonemas almacenados en su memoria hasta combinarlos en palabras y comunicarlas de forma ordenada a su interlocutor.
Y si “desmenuzar” información es la base informática de esta innovación, vital es también la conexión a los servidores por medio de redes inalámbricas. Para tener el mundo al alcance se necesita la infraestructura de una compañía de telefonía móvil o una red WIMAX (iniciales inglesas de Interoperabilidad Mundial para Acceso por Microondas), un aparato dentro del coche y un micrófono de calidad. Después, no hay límites a la imaginación.
Se espera poder introducir este aparato en el mercado dentro de tan solo diez meses, cuando el prototipo que se ha construido pase la fase de pruebas y Synphony pueda convertirse en la “secretaria” perfecta por entre 8 y 10 dólares al mes.
La propia naturaleza del dispositivo hace necesario un socio estratégico en cada país, que se encargará de proveer la infraestructura inalámbrica imprescindible para la conexión a los servidores y así se pueda disfrutar de este dispositivo que no tiene ni una diminuta pantalla que distraiga al conductor.
Hologramas que se pueden tocar
Hasta ahora, la holografía era sólo para los ojos, y si intentabas tocarla, la mano la atravesaba, pero ahora tenemos una tecnología que también añade la sensación de tocar los hologramas.
Los hologramas -imágenes tridimensionales- aparecen normalmente en tarjetas de crédito, DVDs y CDs para evitar la falsificación. Los de mayor tamaño han sido utilizados también en la industria del entretenimiento. Pero al utilizar ondas ultrasónicas, los científicos han desarrollado un software que crea presión cuando la mano de un usuario “toca” un holograma proyectado. (Para rastrear la mano de un usuario, los investigadores utilizan los mandos de la popular consola Wii de Nintendo, que cubren la zona de proyección del holograma.)
Hasta ahora la tecnología se ha probado con objetos relativamente simples, aunque los investigadores tienen planes más prácticos, como interruptores virtuales en hospitales, por ejemplo, y otros lugares donde la contaminación por contacto es un problema. También, dicha tecnología podría utilizarse para sustituir otros objetos físicos, haciéndola económica y ecológica.
Con la mosca en las venas
Los investigadores continúan perfeccionando su invento dotándole de minúsculas cámaras para poder llegar hasta el último capilar del cuerpo. El objetivo es utilizar esta técnica para diagnosticar y tratar algunos bloqueos arteriales, problemas circulatorios y cardiovasculares, colesterol y cáncer.
Gatos-robot para cuidar a nuestros ancianos
El estudio apunta que las principales barreras son de carácter ético y legal. “No está limitado tanto por las posibilidades tecnológicas como por el deseo de hacerlo y eso contiene todo tipo de factores sociales”.
Además de mascotas robóticas, los sistemas autónomos podrían evolucionar en robots que cuidan niños, terapeutas artificiales y sociales o incluso compañías sexuales, siempre según el mismo informe.
Con una población de ancianos que se prevé aumente un 50 por ciento para el año 2020, las compañías robóticas podrían ayudar también a seguir la salud de una población cada vez más vieja.
“No es un sustituto completo para que tu hijo te llame una vez a la semana. Eso es querer atención continua y eso es muy difícil”.
Una mascota robótica podría ayudar a dar la voz de alarma en caso de un accidente, controlar el contenido del frigorífico para asegurarse de que los ancianos no pasan hambre mientras que otras aplicaciones de voz podrían recordarles que apaguen la calefacción.
Los desafíos éticos de una revolución robótica incluyen la preocupación de que las mascotas artificiales o los ayudantes puedan llevar al aislamiento social de los ancianos. La enorme cantidad de datos personales grabados por cualquier monitor habrían de ser también regulados.
Una tarde lluviosa de agosto de 2029 verá reiniciarse por primera vez un computador que supere la inteligencia del cerebro humano; y no contentos con eso, para finales de 2045 un solo computador sobrepasará el poder cerebral de todos los seres humanos juntos.
El concepto proviene de la singularidad matemática que denota el valor o el rango de valores de una función para los cuales no existe su derivada. Mediante este concepto se explican modelos astrofísicos como los agujeros negros, en los cuales las leyes normales de la física no funcionan y la convergencia hacia valores infinitos hace imposible la definición de una función.
Pero para salirnos un poco de la densidad del cálculo diferencial, a la que estoy seguro de que muy pocos queremos regresar, dicho concepto trasladado a la singularidad tecnológica se refiere al ‘hipotético’ momento en el que el progreso tecnológico, en especial el desarrollo de la inteligencia artificial, sea tan veloz y profundo que represente un cambio radical en relación con lo que venía ocurriendo, y que en consecuencia haga impredecible lo que pueda suceder a continuación.
Ese momento estará dado por el instante mismo en el que un computador sea más inteligente que el ser humano.
Acá vale la pena hacernos una de las principales preguntas que surgen a partir de este fenómeno: ¿en qué momento podemos decir que un computador es tan inteligente como un humano?
¿Acaso cuando sea capaz de reconocer que una silla es una silla y proceda a sentarse en ella siempre y cuando identifique que la silla no está ocupada por una señora gorda o una tachuela? ¿O cuando tenga la sorprendente y útil capacidad de enviar chistes por Twitter? ¿O podremos decir que un computador es tan inteligente como un humano en el momento en el que ante un conflicto religioso se vea inexorablemente obligado a enviar tropas militares a acabar con su oponente? ¿Cuando sea capaz de escribir una novela de ficción? ¿O en el momento en el que pueda manejar un carro entre Bogotá e Ibagué? ¿O tal vez cuando se tome el tiempo de establecer una disertación sobre si Bambi es una gacela o un cervatillo?
Al margen de esta respuesta, varias razones son las que llevan a pensar a los singularians (singularitanos, singularicenses, singularitas o singulares) que este momento está cerca y es inevitable.
Primero, fenómenos como el cumplimiento, desde 1965, de la Ley de Moore, que establece que cada 18 meses la cantidad de transistores en un circuito integrado será duplicada y su precio se mantendrá. Este tipo de avances continuos en materia de tecnología hace posible pensar, sin temor a exagerar, que en 25 años podremos comprar, con los mismos mil dólares de hoy, un computador que hoy ni la NASA ni el Pentágono tienen para sus cálculos más estrambóticos;y ese mismo computador seguramente lo vamos a botar a la basura tres años más tarde porque Apple ya habrá lanzado su nueva versión, esta vez con teclado naranja y, obviamente, cuatro veces más capacidad de procesamiento.
Y a pesar de que suene casi como ciencia ficción o como un postulado convenientemente exagerado, ya hemos sufrido este tipo de transformaciones. Basta con darnos cuenta de que cualquiera de nuestros celulares de hoy tiene millones de veces más capacidad de cómputo que el Apollo 11 que viajó por primera vez a la luna en 1969, y sobra decirlo, nuestro celular es billones de veces más barato y 325’148.148 veces más liviano.
Así pues, la capacidad de cómputo que se pueda encontrar hoy reunida en cientos de metros cúbicos de un ‘data center’ repleto de ‘racks’ inundados de servidores taqueados hasta más no poder de procesadores, va a estar seguramente disponible en el dispositivo de bolsillo de moda dentro de 25 años, por una milmillonésima parte del precio.Podremos convivir armónicamente con máquinas más inteligentes que nosotros. Foto: Nathaninsandiego (vía Flickr).
Un tercer hecho es que, en muchos sentidos, los computadores hoy ya son más poderosos que los humanos. Por ejemplo, son capaces de ‘recordar’, con precisión quirúrgica, millones de números celulares, extensas secuencias numéricas y la historia completa y detallada de la humanidad; cosas que difícilmente puede hacer un humano promedio. Basta con preguntarle a cualquier persona el número celular de tres de sus más queridas tías, o los dígitos 54 y 63 de la serie Pi, o el año en el que Varsovia fue declarada la capital de Polonia.
Como factor fundamental de la disrupción que se desencadena como consecuencia de la singularidad, tenemos el hecho de que a partir de ese momento, quienes diseñarán, fabricarán y ensamblarán los venideros computadores, serán efectivamente los mismos computadores. Y si nosotros, que siendo más brutos menos inteligentes los llevamos hasta ese punto, lo que puede pasar en adelante es efectivamente impredecible.
Y recordemos que el factor ‘impredecible’ es clave en la definición de singularidad.
Tendremos entonces ‘científicos robots’ que podrán trabajar 24 horas al día en la investigación de cómo hacer mejores, más inteligentes, más capaces computadores.Científicos sin sindicatos, sin incapacidades, sin solicitudes de aumento de sueldo, sin tiempos muertos para ver Barcelona vs. Real Madrid.
A partir de este momento y con tales condiciones, sería solo cuestión de tiempo el instante en el que un solo computador supere la capacidad de procesamiento de toda la raza humana unida. Y tal evento dará nacimiento a la singularidad de la singularidad, es decir, un complique exponencialmente enredado, un tsunami dentro de un huracán, una aceituna de ginebra, un lupanar dentro de una cárcel, Terminator dentro de la Matrix, el piso 13 del infierno. O tal vez no.
En todo caso, los estimados proyectan el momento en el que un computador pueda superar la inteligencia de toda la raza humana, para el año 2045.
Según Raymond Kursweil, uno de los voceros más representativos de la singularidad, este concepto es difícil de asimilar para el cerebro humano debido a que éste órgano está acostumbrado a hacer cálculos y predicciones basándose en datos lineales. El cerebro humano está cableado para estimar la velocidad de la gacela (lineal), establecer la velocidad de su lanza (lineal) y trazar dos líneas imaginarias que terminarán geométricamente en la unión de dos puntos (lineal) representando así la muerte del suculento Bambi.
Por otro lado, los avances tecnológicos no varían de forma lineal, lo hacen de forma exponencial. Por ejemplo, volviendo con Ley de Moore, si cada 18 meses se duplica la capacidad de procesamiento quiere decir que después de quince años tendremos 210 (dos a la diez, o 2x2x2x2x2x2x2x2x2x2) veces más procesamiento, lo que significa 1.024 veces más velocidad al ejecutar una operación matemática o una búsqueda o el despliegue de una imagen 3D.
Más preguntas que respuestas quedan a partir de esta teoría: ¿somos realmente inteligentes?¿Lo que hacemos con nuestra vida y con nuestro cerebro es acaso la panacea del ejercicio intelectual? ¿Ver televisión todo un fin de semana y sentarse frente a un escritorio a monitorear qué pasa con las acciones en la bolsa es tan difícil de remplazar? ¿Dejarnos seducir por un comercial de caras felices y salir a comprar un cigarrillo es lo que comprendemos como parte de la inteligencia humana? ¿Siete por tres?
Y algunas preguntas más respecto a ese futuro que nos esperaría a partir de la singularidad: ¿la raza de androides será más parecida a Mr. Smith en The Matrix o a Wall-e? ¿Podremos desconectarlos en el momento en el que se nos dé la gana? ¿Quedará algún trabajo disponible para los humanos? ¿Podremos pasarle nuestro cerebro a un robot para perpetuar nuestra ‘existencia’? ¿No será que los computadores en algún momento se darán cuenta de que nada tiene sentido y dejarán de crear mejores versiones de ellos mismos? ¿Sabrá igual de rico la pizza de pepperoni?
Y la pregunta más importante puede ser: ¿no será un error darwiniano traer a nuestro planeta una forma de ‘vida’ superior?
Tal vez la singularidad esté sobrevalorada, tal vez los procesos químicos envueltos en el procesamiento de una idea no sean tan fáciles de replicar en algoritmos, es posible que las interacciones físicas entre las neuronas sean imposibles de plasmar en un programa de software porque tal vez, solo tal vez, en ese enredo de mitocondrias, ribosomas y retículos endoplasmáticos exista algo divino/sagrado/mágico que ningún robot por más procesadores Intel Core i7 que tenga, podrá nunca experimentar.
O tal vez este artículo lo escribió un computador 8088 con 128 KB de RAM.